Los procesos de exclusión en el ámbito escolar: el fracaso escolar y sus actores.

 RESUMEN

La crisis del sistema educativo argentino, aparece como un dato de la realidad que nadie se atreve a negar. Esta crisis se manifiesta de numerosas maneras: en el “malestar docente”, en el descontento de los padres, en los altos niveles de fracaso escolar, en los resultados de los exámenes para el ingreso a la universidad, etc. Mientras se incrementan, simultáneamente, los procesos de exclusión social. La investigación educativa, actualmente, se interesa en la comprensión de tales procesos, en el papel que desempeñan los distintos agentes educativos y en las posibilidades de construir en lo cotidiano, espacios de lucha que permitan el desarrollo de una escuela de calidad y no excluyente. Interrogarse acerca de los problemas de la educación supone considerar no sólo el estado de la escuela y sus actores, sino que es necesario involucrar, además, su funcionamiento como formando parte de las dinámicas sociales y políticas, es decir, a partir de sus relaciones con la sociedad en proceso de transformación y cambio y que la sumerge en un espacio de problemas sociales y culturales. Vinculada con esta temática, se presentan algunas reflexiones en torno al problema del fracaso escolar que derivan de datos empíricos construidos a partir de un estudio diagnóstico, realizado con fines de intervención, en una escuela ubicada en la zona nordeste del país y en un barrio periférico de la ciudad, atendiendo a una población escolar con altos niveles de pobreza (Pérez-Butti, 2005). La intención es contribuir a poner en cuestión algunas de las ideas usuales, favoreciendo procesos de concientización a través de la deconstrucción de aquellas representaciones que actúan sobre el proceso educativo e influencian sus resultados, originando una práctica excluyente.

CONCLUSIONES

El fracaso escolar es un fenómeno complejo al que contribuyen un cúmulo de factores que se articulan a lo largo de la trayectoria escolar y que finalmente terminan con la deserción/exclusión del alumno, del sistema educativo.

Para los docentes la “carencia” se traduce en incapacidad para acceder de manera exitosa al conocimiento escolar que desea impartir la escuela y, en este sentido, los alumnos aparecen como responsables de su fracaso, idea que se recupera tanto en el discurso de los padres, como en el de los chicos. La imposibilidad de apropiarse de los bienes culturales que imparte la escuela deriva de la distancia que existe entre este alumno real con el que el docente se relaciona y el alumno tipo, destinatario imaginado de su proceso de formación: un niño perteneciente a los sectores medios, bien alimentado, próximo en conocimientos, valores y normas al maestro que le enseña.

Este juego de representaciones y auto-imágenes deriva en un proceso de culpabilización/victimización que contribuye a consolidar y reproducir el proceso de fracaso/exclusión. En este proceso, cuando la causalidad es interna, es decir derivada de la conducta y las características personales, el sujeto aparece responsable —culpabilización— de la situación por la que atraviesa. La contracara de este discurso es la des-responsabilización de la escuela como institución: cuando se destaca la causalidad externa (o social) derivada de la situación, el individuo aparece adoptando un rol pasivo —victimización del docente— ante las circunstancias, presentándose como agente y no como actor.

BIBLIOGRAFÍA

Pérez Rubio, Ana María (2007). Los procesos de exclusión en el ámbito escolar: el fracaso escolar y sus actores. Revista Iberoamericana de Educación, 43(6), 1-9.




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