Relación del abandono con la renta familiar
La renta de la familia es, sin duda, una característica muy relevante a la hora de analizar la tasa de AET. (Abandono Educativo Temprano). Sin embargo, la estadística de referencia para los datos de abandono, la Encuesta de Población Activa (EPA), no ofrece datos acerca de niveles de renta; de ahí que no permita analizar la relación entre abandono y renta. Para estudiar ese tipo de cuestiones es preciso emplear fuentes estadísticas alternativas como la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), que contiene la información necesaria sobre niveles educativos e ingresos de los individuos. Los resultados obtenidos a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2019, que incorpora información relativa a 2018 en algunas variables de índole monetaria, apuntan a la existencia de una relación inversa entre capacidad económica de la familia y abandono escolar temprano. También en este caso, como es habitual, la tasa de abandono se ha definido como el porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años con un nivel educativo máximo de secundaria obligatoria que no se encuentran realizando ningún tipo de estudio o formación. Se utilice como criterio de capacidad económica la renta disponible per cápita del hogar (gráfico 3.22) o la situación del hogar respecto a llegar a fin de mes (gráfico 3.23), el mensaje es el mismo. La tasa de abandono cae sistemáticamente con la capacidad del hogar en los dos casos. Las diferencias son siempre muy sustanciales.
Analizando en primer lugar la relación de la AET con la variable renta per cápita, se observa que las tasas van del 6%, que caracteriza a los hogares más acomodados, al 33,5% de los hogares con menor renta por persona: una tasa que multiplica casi por 6 la anterior. La variable relativa a la dificultad de llegar a fi n de mes de la ECV muestra que los hogares que llegan a fi n de mes con mucha facilidad tienen una tasa media de abandono del 4,9%, mientras que la tasa que corresponde a los hogares que lo hacen con mucha dificultad multiplica esa cifra casi por 8 y se sitúa en el 36,6%.
En definitiva, el abandono en España muestra un comportamiento claramente diferenciado según la capacidad económica de las familias. Es muy probable que aquellos jóvenes que forman parte de familias con situaciones económicas más precarias abandonen los estudios prematuramente para intentar insertarse en el mercado de trabajo y aportar algún tipo de ingresos a la familia, o bien para tener sus propios ingresos, por escasos que sean, ya que normalmente se emplearán también en puestos más precarios que no requieren cualificación. El abandono resulta mucho más acusado en el caso de las familias con menores rentas. Por el contrario, las familias en mejor situación económica presentan ya tasas de abandono compatibles con los objetivos propuestos por la Unión Europea en su Estrategia 2020. Esta concentración del abandono en los colectivos con menor capacidad económica es un elemento a considerar al definir políticas para reducir la tasa de abandono en nuestro país.
BIBLIOGRAFÍA:
Soler, Ángel, Pastor Martínez, Juan Ignacio, Meseguer-López, Rafael, Valdés, Manuel T. , Gargallo Sancho, Miguel Ángel, Morillo, Beatriz y de Cendra, Livia (2021). Mapa del Abandono Educativo Temprano en España, Informe General. Fundación Europea Sociedad y Educación.
Recuperado de https://www.sociedadyeducacion.org/site/wp-content/uploads/INFORME-GENERAL-AET_WEB_23032021.pdf a 16 de Noviembre de 2021.
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